domingo, 22 de septiembre de 2013

¿al problema del comedor hay que darle solución con la jornada intensiva?

En los tiempos que corren la economía de las familias se convierte en un punto crítico. Muchas optan como medida de ahorro, evitarse el coste del comedor a través de la elección en los colegios de la jornada intensiva.

¿Qué ventajas tiene la jornada intensiva si no se puede asumir el coste del comedor en el colegio?
  • Un ahorro económico: aquellos padres/abuelos que puedan recoger a los niños a las 14:00 dejarían de pagar por el comedor. más menos 90€ al mes por niño.
  • Se eliminan los viajes: aquellas familias que no puedan o no quieran utilizar el comedor, se evitarían el extraordinario esfuerzo de los viajes de padres/abuelos y de los niños. Quiero resaltar que en estos viajes, también son los niños los que tienen que darse el paseo rapidito de ida y vuelta y comer a toda pastilla. Personalmente siempre he oido quejas de los padres, pero en nuestra preocupación por los niños, son también ellos, los que sufren comiendo en casa a la carrera.
En nuestro afán de sinceridad y de objetividad, entendemos que ambos puntos son muy importantes para buscarle una solución por cualquier medio.

Nuestra reflexión es:


¿al problema del comedor hay que darle solución con la jornada intensiva?



Muchas familias con problemas económicos han apoyado la jornada intensiva sólo por evitarse el coste del comedor. Al oir su explicación lo comprendes perfectamente y ni te planteas proponerles nada, porque bastante tienen con estos problemas. Aún así y analizando el problema de manera objetiva, pienso que esta solución es optar por el camino equivocado.

¿Dónde está la solución a este problema con el comedor? Quizás, ¿en conseguir precios más asequibles o gratuitos para familias con economías más desfavorecidas? 
Y ¿quién se tiene que preocupar de esto? El Estado? La Comunidad de Madrid? El Ayuntamiente? El Colegio? No soy experto en esta materia, pero desde luego la solución no está en la implantación de la jornada intensiva.

Mis reflexiones más duras:
  1. Como soy muy mal pensado, mi opinión es que "los que deberían facilitar el acceso al comedor de los niños" son "los mismos que quieren deteriorar el sistema educativo" y en lugar de favorecer con becas de comedor, ese dinero se lo guardan para otros fines dejando que avancen sus intereses.
  2. El problema económico de estas familias que optan por esta solución, es la que hace que se aumente considerablemente el número de partidarios de la jornada intensiva y que hace viable este cambio: sin estos padres que se ven obligados económicamente a dar una solución, el resto de partidarios sería una minoría mínima.


Desde aquí proponemos una alternativa:



una lucha por facilitar el acceso al comedor a todos los niños 
cuya economía familiar no sea suficiente 
y que la decisión sobre la jornada intensiva no se vea afectada por ello



¿ Por qué no nos unimos para reclamar mayores becas de comedor o 
unos precios más populares o gratis ?


 
SOLUCIONAR UN PROBLEMA CON OTRO NO ES SOLUCIÓN



lunes, 9 de septiembre de 2013

¿Este podría ser un futuro posible?

Mucho tiempo hemos dedicado a hablar sobre 'el cambio de jornada' y muchas opiniones hemos recogido. Siempre cada uno ha estado influenciado por su posicion (a favor o en contra) y así lo ha interpretado y cuando algo se tiene claro, muy difícil es de cambiarlo, aunque siempre pueden cambiar las situaciones de partida y pasar de una posición a otra.

En esta entrada, voy exponer la opinión de un amigo pro defensor de la Escuela y Educación Pública. Este amigo, me decía tajantemente que si en su caso le pusieran un horario incompatible con su ritmo de vida, muy a su pesar tendría que llevar a sus hijos a otro colegio, planteándose incluso la opción de un colegio concertado: " echo cuentas y si económicamente me supone poco más, para qué me voy a meter en líos?".

Esta es una consecuencia clara de la implantación de horarios incompatibles con padres que pueden permitirse el coste un colegio concertado para sus hijos. Probablemente, bastantes padres de los que ahora están trabajando: ¿un 40%? ¿un 30%?. Sus hijos dejarían la Escuela Pública.

El que no lo quiera ver, que no lo vea, el que piense que desvarío cuando haga la siguiente exposición, que lo piense, vivimos en un país libre en el que cada uno puede ver lo que quiera y pensar lo que quiera, pero el cambio de jornada partida a jornada intensiva provocará que vayan menos niños a los Colegios Públicos, fomentando los Colegios Conecertados.Y según sea de elevado ese número niños que dejen de ir a colegios públicos, así se podrá plantearse el cierre de Colegios Públicos.

¿Seremos brujos con la mente enturbiada? puede ser. Pero, ¿qué consecuencias podrían darse si sucede lo explicado antes?
  • ¿Quién va a luchar por la Educación Pública? Desde luego, aquellos que se han ido (o más bien les han echado) a colegios concertados NO seguirán en la lucha  por la Educación Pública . Ya seremos menos en esta lucha .¿A quién le interesa que seamos menos los que luchen por una Educación Pública?
  • Cierre de Colegios Públicos lleva una implicación directa: eliminación de puestos de trabajo. Incialmente se eliminarán aquellos puestos que no sean funcionarios, pues éstos, en la actualidad, gozan de unos privilegios por los que no ven peligrar su puesto de trabajo. Pero en la línea que vamos, igual puede llegar a perderse esta protección frente al despido.

Puede ser que, a corto plazo, la jornada intensiva en los colegios públicos sea interesante para algunos padres y para los profesionales que trabajan en ellos, pero ¿lo seguirá siendo a largo plazo?

Lo que sí sabemos es a quién le interesa las consecuencias de este posible futuro de la Educación Pública. Y no sigo porque es entrar en política y yo, personalmente, de política, paso.

Para acabar me gustaría hacer una analogía entre 'el proceso de cambio de jornada' y 'el juego de la patata caliente'. Desde la Comunidad de Madrid no debe de ser tan fácil imponer el horario de jornada intensiva pues no debe haber argumentos de peso para hacerlo o qué se yo. Pero sí se convierte en 'una patata caliente' muy golosa de dejar en manos de 'padres a favor', 'padres en contra' y profesores. Esta patata caliente es una herramienta perfecta para enfrentar y así dividir en grupos al colectivo educativo unido, y hacer camino a los intereses de privatizar la Educación Pública. Claro, delegar esta decisión tiene como consecuencia estos enfrentamientos y lamentablemente, experiencia en esto sí tenemos y en varios colegios.